EL PERIODICO
MIERCOLES 24 DE FEBRERO
RAÚL ARGEMÍ
BARCELONA
Llego al bar Cosmos, epicentro de los rambleros de todos los tiempos y trato de adivinar si han llegado. Voy a encontrarme con Joan Estrada, capitán de esta armada que propone traer otra vez la fiesta a la Rambla y Morfi Grei, líder de los que fueron los peores del barrio, La Banda Trapera del Río.
En una mesa se sienta un señor con chaqueta de traje junto a un joven con chamarra, pelos de punk y una Fender. Uno es muy joven para ser Morfi y el otro... al otro aún no le he visto el diamante incrustado en un diente, si no ya no tendría dudas. Entonces veo llegar a Estrada. mod sesentero estilo Carnaby Street de arriba abajo. Sombrerito, pantalón estrecho, corbata a tono, y conduciendo perra con la diestra. Hace 30 años, cuando la Rambla era un hervidero tal vez un punkie se hubiera liado a tortazos con un mod. Hoy las canas son tema común.
--Quiero dejarme el pelo totalmente blanco –dice el punki Morfi.
--Pero se te queda amarillo, como el de Mario Gas –responde con sapiencia Estrada-. A mí Eduardo Mendoza, el escritor, me dio la solución: Silver de Loreal. Es un champú para lavarse tres veces por semana; si te pones más te queda la cabeza azul, como la de Lucía Bosé.
Estoy en medio de supervivientes. Menos uno, que será superviviente mañana, Fosi. Es el joven punki de esta mesa del Cosmos, y para lo que vale hoy no importa cómo lo anotaran en el registro civil: es Fosi, guitarra para la última actuación de La Banda Trapera del Río. Porque es la última, lo dice Morfi Grei y le creo.
-Quedamos dos, o más bien uno y medio, porque el baterista está en quimioterapia, y vamos a cerrar el ciclo con una gran actuación que será parte de un documental sobre la banda.
Le digo que los regresos de la viejas bandas, siempre repetidos, me parecen pura nostalgia, una parodia de lo que fue. Morfi me mira y dice:
--Son una parodia. No queremos que la gente diga eso de nosotros. Ésta es la última de verdad. Aquí se termina.
La pregunta inevitable es por dónde sigue la música, y aparecen las nuevas tecnologías.
--Estoy componiendo -dice Morfi Grey-. Hago las letras y se las envío por mail a Dan Stuart, mi primo de Green on Red, en Nueva York. El les pone música y me las manda por MP3.
RESCATAR LA RAMBLA PARA BCN / Quiero hablar de Rambleros, de esta fiesta de 28 días en marzo, de lo que nos espera, y el mod Joan Estrada se acomoda con su agua mineral y dispara sin pausa: 80 conciertos, 4 exposiciones, 13 mesas redondas, y los valores emergentes arropados por los viejos rambleros: Armand de Fluviá, Loles León, Nazario, Oriol Tramvia, Pau Riba, Jaume Sisa, en la idea de rescatar este espacio para la gente de Barcelona.
Me digo que ya era hora, pero busco la voz de la razón y la encuentro: Agustín Castro es quiosquero en las ramblas desde hace 30 años.
--Espero que Rambleros le devuelva la vida a la Rambla. Que vuelva a ser como cuando la gente salía del Liceu y se tomaba una cerveza en las terrazas o paseaba. Estoy muy feliz porque la Rambla tiene que volver a ser de los barceloneses.
¿Es el regreso de los inconformistas? ¿Se puede volver del pasado? No hay tiempo para la respuesta porque Joan Estrada dice exultante:
- -¿Han visto que Barack Obama estuvo en una pensión de la Rambla hace 28 años? ¡Se lo dijo al Rey!
Sugiero que lo nombre ramblero honorario, pero no me oye, se ha lanzado a especular sobre la retahíla de pensiones que pronto se llamarán Obama, al tiempo que describe la carpa de Rambleros para 400 personas y... hay que decirlo: para ser un mod, acelera más que los Stones.
